El legado de Rita Levi-Montalcini continúa vigente hoy en día como estandarte del proceso de la sociedad contemporánea. Pionera en el campo de neurociencia, fue un ejemplo de sacrificio, devoción y tesón que sigue alumbrando a científicas de todo el mundo. Su larga vida —murió a los 103 años— recorrió el siglo xx a un ritmo tan vertiginoso como los sucesos hitstóricos, políticos y culturales de su tiempo: luchó contra el fascismo, fue una precoz feminista en sus prácticas y discursos sobre la libertad y la igualdad entre hombres y mujeres, y consiguió el Premio Nobel de Fisiología en 1986 por el descubrimiento del factor de crecimiento nervioso.