Esquilo (h. 525-456 a. C.) es el autor más antiguo del que conservamos tragedias completas. Nacido en Eleusis, en el Ática, escribió algo más de ochenta tragedias, de las cuales tan solo se han conservado siete. Fue también soldado en una época difícil en la que Atenas vivía bajo la amenaza de la invasión persa, y participó en algunos de los combates determinantes de las Guerras Médicas. Precisamente, Los persas pone en escena una de las célebres batallas en la que participó el propio poeta trágico: la de Salamina. Alejada de elementos mitológicos y de la tradición heroica helénica, el ardiente patriotismo que respira la obra no impide que Esquilo adopte cierta moderación. Su sensibilidad a la hora de abordar las terribles consecuencias de la guerra también le lleva a atenuar las diferencias entre helenos y «bárbaros», y a sentir piedad ante la desgracia. «Esquilo buscaba deslumbrar, seducir a su público con la combinación de un pensamiento profundo, sublime, y de una forma en consonancia, que arrancara al espectador de la cotidianidad». Francisco Rodríguez Adrados