Nada parece estar más alejado del mundo literario que la galaxia de las matemáticas. Y sin embargo durante siglos los poetas buscaron inspiración en las ciencias exactas a la vez que los matemáticos se valieron de la poesía para expresar sus ideas y divulgar sus descubrimientos, compartiendo de este modo todos ellos una esfera común del saber. Este libro se propone mostrar que, en contra de lo que suele creerse, la presencia de figuras y conceptos matemáticos no ha sido esporádica en la república de las letras, antes bien vendría a conformar una auténtica corriente literaria cuyo curso, no siempre regular, a menudo velado, puede seguirse de obra en obra e incluso contemplarse en detalle.
Más que contar la historia de la literatura matemática, cuyo esbozo puede no obstante leerse en los primeros capítulos, el autor de este libro ha querido centrarse en el momento decisivo de la era moderna en que la escisión entre la literatura y las matemáticas estaba produciéndose, con el objeto de sacar a la luz aquellos poetas y novelistas que en lugar de dar la espalda a la revolución que vivían las matemáticas supieron ver en ellas una fuente de belleza y de creatividad. En las páginas de este ensayo coinciden pues escritores y matemáticos tan fascinantes como Swift y Newton, Lautréamont y Pitágoras, Dostoievski y Lobachevski, Proust y Poincaré, Beckett y Gödel, y muchos otros creadores cuyo diálogo secreto evidencia que las ?dos culturas?, en apariencia tan distanciadas, nunca dejaron en realidad de estar unidas como lo están los dos hemisferios del cerebro.