Hoy en día, en los países occidentales estamos viviendo tanto la fragmentación del binarismo del género, es decir, la división del mundo social en dos géneros, como su persistencia. Los géneros múltiples, los pronombres y los baños neutros, las designaciones X y otras manifestaciones en favor de la supresión del género se están convirtiendo en algo común. Sin embargo, la estructura ambivalente del género, con sus normas y expectativas discriminatorias, persiste en nuestra sociedad y encubre la continuidad del poder y el privilegio de los hombres. Por ello, antes de acabar de eliminar el binarismo, es necesario seguir valorando los logros de las mujeres, especialmente las de los grupos más excluidos.
Este sucinto y reflexivo libro de una de las sociólogas de género más destacadas del mundo arroja luz sobre ambos lados de esta paradoja: los procesos de fragmentación del género que están socavando lo binario y los procesos de actuación del género que refuerzan lo binario, así como las ventajas y las desventajas de cada uno. En conclusión, analizaremos por qué no hemos tenido una revolución de género como tal y cómo la eliminación del género ayudaría a crear la igualdad efectiva de género.