La victimización de las mujeres es inseparable del rol histórico que se les ha atribuido en relación con la violencia. Reducir su papel al de cuidadoras u objetos de protección por parte de los hombres ha servido para criminalizar y castigar como monstruosa toda desviación de esa denominada «condición femenina». Mediante la ley y las instituciones, y desde los medios de comunicación y las propias relaciones sociales, se articula y se transforma una norma de género que castiga a quienes la transgreden. Putas e insumisas no solo cuestiona este escenario de opresión, sino que reivindica la autonomía y la capacidad de autodefensa individual y colectiva, desmitificando la relación social e imaginaria que dibuja a las mujeres como seres pasivos. Las mujeres recibimos... pero también repartimos.
PUTAS E INSUMISAS fue un proyecto colectivo surgido en 2012 a partir de diferentes voces feministas y anarquistas, con la intención de reflexionar sobre la violencia hacia y desde las mujeres; una lectura feminista y profundamente inconformista respecto a las verdades impuestas, aprendidas o asumidas al respecto. El resultado fue una revista de carácter militante, que tuvo difusión en espacios fundamentalmente activistas, y que hoy publicamos en forma de Libèl·lula.