Desde la prehistoria, el ser humano ha sido un creador de símbolos, que constituyen un puente hacia sus orígenes, el cosmos y el destino. Las entradas de este Diccionario de los símbolos, seleccionadas del vasto repertorio en dieciséis volúmenes de The encyclopedia of religion, dirigida por Mircea Eliade en colaboración con Ioan Petru Couliano y redactada por destacados expertos internacionales, subrayan la emergencia y la persistencia de esta creatividad. Durante siglos, los símbolos se han vivido como portadores de un sentido capaz de romper los horizontes de los límites humanos para proyectarse más allá. Así, resulta que incluso los objetos más habituales —una llave, un tejido, un espejo, una joya— o los gestos más banales —comer, dormir, ofrecer un regalo, jugar— no son aspectos evidentes de nuestra vida: de hecho, en la historia de la humanidad se han cargado de una densidad que quizás hemos olvidado, pero que atestigua hasta qué punto la búsqueda de sentido está impresa en las profundidades del deseo humano.