Los fenómenos paranormales nunca han sido temas respetables para los portavoces oficiales de nuestra cultura, ya sean científicos, académicos, prensa seria o representantes de la Iglesia. Este trato contrasta vivamente con la enorme atención obtenida en la cultura popular, que ha tratado de explicarlos con todo tipo de teorías más o menos extravagantes. Patrick Harpur reprueba estas dos actitudes. La primera, por eludir las preguntas que deberían suscitar tales fenómenos sobre la naturaleza de la realidad y la mente; la segunda, por ingenua, al tomar estas apariciones en sentido literal. Para Harpur todos estos fenómenos son puramente psíquicos; pero la «psique» es el mundo, no sólo nuestras mentes individuales. El error, dice Harpur, es negar y reprimir estas manifestaciones, pues cuanto más se reprimen, más patológicamente retornan.