Con una trayectoria inmersa en el contexto de la II Guerra Mundial, y a la sombra de Auschwitz y de la pregunta por el silencio de Dios, Simone Weil (1909-1943) nos ofrece uno de los legados filosóficos y espirituales más relevantes y sugerentes de la primera mitad del siglo xx.
En este libro, Josep Otón prosigue su estudio de la interioridad de místicos, artistas y pensadores centrándose en el análisis de la experiencia personal weiliana. Con la convicción de que no hay ninguna ruptura entre la Weil revolucionaria y comprometida con la lucha obrera y la Weil dedicada a la búsqueda religiosa, Otón se centra en un texto enigmático —el llamado «Prologue»—, cuyo análisis le permite desvelar algunos rasgos fundamentales de la relación entre el ser humano y el Misterio. El «Prologue» refleja la contradicción que empapa el recorrido vital de Weil porque narra dos experiencias contrapuestas: un encuentro y una ausencia. La escritora describe el encuentro con un personaje desconocido y, después, cómo este misterioso visitante la abandona. Es una metáfora de la vida espiritual: Dios se revela y se oculta, se manifiesta y se esconde.