¿Sabías que una de las historias más atractivas de la Biblia es la de sus recetas? Gracias a ellas conoceremos la magia, los dramas y la realidad de la vida cotidiana en el antiguo Israel. Las preparaciones que encontrará en estas páginas representan una forma de vivir y de pensar, la de los antiguos hebreos. Son una auténtica sorpresa por la facilidad de elaboración, por sus ingredientes cotidianos y por el sabor antiguo y el suculento aroma que desprende cada una de ellas. Cada receta tiene su historia y se vincula con un momento en el Antiguo Testamento, desde las lentejas de Esaú y Jacob a los panes ázimos de la huida de Egipto y también otros amorosamente fermentados, además de buñuelos y tortas de calabaza y puerro o hinojo guisado. Muchas de las historias de la Biblia están entretejidas con diferentes recetas, desde los amorosos pastelillos de pasas y manzanas del Cantar de los Cantares, al estofado de Ezequiel, incluso varias fórmulas de tortas matzá y multitud de recetas de verduras y legumbres. Resultan sorprendentes la ternera guisada de Abraham o la salsa de Rut y por supuesto las dulces bebid