Hay pocos lugares en el mundo que reúnan en un espacio reducido tanta diversidad geográfica como Israel y los territorios palestinos. Las cortas distancias permiten al viajero relajarse y flotar en el mar Muerto y al día siguiente bucear en el mar Rojo, o aventurarse y perderse por el Sendero Nacional de Israel y recorrer todo el territorio, explorando oasis y admirando las formaciones de arenisca multicolor del makhtesh Ramon. Punto de encuentro entre culturas, imperios y religiones, se podrán encontrar lugares históricos judíos como el Muro de las Lamentaciones en Jerusalén y sinagogas bizantinas en Tierra Santa, recorrer lugares vinculados al nacimiento de Jesús en Belén, su ministerio en Nazaret y alrededor del mar de Galilea, y visitar Al-Haram ash-Sharif en Jerusalén.