Los colores inundan la política. Con ellos se nombra, se insulta, se identifica, se marca, se exhibe, se simboliza, se emociona, se comunica, se mata, se vende y se viste la política. La historia de la España contemporánea ofrece casos abundantes, desde todas sus banderas hasta el naranja de Ciudadanos y el morado de Podemos, pasando, entre otros, por los combates de blancos contrarrevolucionarios y negros liberales del siglo XIX y los rojos de la Guerra Civil. Los colores nombrados y visualizados, representados y simbolizados, supuestamente reales e imaginados o imaginarios, generadores de emociones y pasiones, son objeto de estudio en este volumen.