La democracia se convierte en un concepto vacío y en un sistema inútil cuando las bases éticas de una vida civilizada, esto es, de una comunidad virtuosa, racional y altruista de ciudadanos libres, ceden ante minorías despóticas que, a lo largo de los siglos, han expresado su voluntad de dominio a través del fundamentalismo religioso, la lucha de clases, la guerra entre razas o el nacionalismo extremo.El eclipse de la civilización ahonda en las ideas de Cicerón, Séneca y San Pablo —compendio de lo mejor de la filosofía clásica y del cristianismo que han dado forma a Occidente— para compararlas con las de Mahoma, Marx y Hitler, tres figuras históricas muy diferentes, pero unidas por su estimación de la violencia, el tribalismo y los ideales totalitarios.Tal y como hace el libro, cabe preguntarse si nuestras sociedades están bien fundadas en la éticocracia, o si principios universales e irrenunciables como la libertad, la igualdad y la fraternidad están amenazados por nuevas formas de tiranocracia.