Apaleada, violada, marginada; insultada, temida y quemada. La bruja, personaje colectivo que recoge la historia de las mujeres desde la Edad Media hasta los albores de la Contemporánea, es la reivindicación del papel de la mujer en la historia. Jules Michelet, en una época que apesta a misoginia, hace por transgredir la limitación de los prejuicios y creencias sociales de su momento ofreciendo uno de los elementos que desencadenarán la teoría feminista. En este ensayo, que se lee como una novela, el gran historiador de Francia y su Revolución nos ofrece un nuevo modo de acercarnos al pasado. Esta perspectiva supone un compromiso para contemplarlo desde aquellos que fueron excluidos del análisis histórico, en este caso las mujeres disidentes -las brujas-, haciéndolas no solo protagonistas del relato, sino agentes esenciales de la emancipación y potenciadores de la libertad y el progreso. En el prólogo a esta edición conmemorativa, Ariadna Akal se confiesa nieta de aquellas brujas que escaparon a la caza y quema, y nos invita a reivindicarnos disidentes, tentándonos a participar en un aquelarre que implique a