La propagación del mensaje cristiano es una de las campañas de marketing más notables de la historia de la humanidad. Si la voluntad de Jesús era eminentemente comunicativa, y si los apóstoles, poniendo por escrito su mensaje, amplían su alcance
receptivo —el share mediático—, todo apunta que los recursos de la moderna ciencia de la comunicación nos pueden ayudar a arrojar luz sobre uno de los episodios iniciáticos más espectaculares de la cultura occidental. Con las herramientas de la
semiótica, del análisis del discurso y de la teoría del periodismo, Antoni Batista se acerca a los textos bíblicos y nos invita a reflexionar, con osadía y dinamismo, sobre la relación entre profetas y evangelistas (el cuerpo redaccional de un gran medio de
comunicación) y la voz que los guía en la transmisión del mensaje (Dios, el Editor).
Mediante la crónica, el ensayo y el «periodismo de la vivencia», el libro se adentra en los evangelios y propone una interpretación innovadora, atrevida y sugerente desde la óptica de la teoría de la comunicación.