Hace miles de años, en la Antigüedad, las ayas griegas contaban a los niños historias a las que llamaban mythoi, que no se diferenciaban en esencia de las narraciones que solemos calificar como cuento y que tratan sobre sucesos extraordinarios, ya sean reales o inventados. Los mythoi tenían como protagonistas a seres divinos o semidivinos objeto de culto entre el pueblo griego. También tenían como protagonistas a héroes que podían contar con el favor, o disfavor, de esos dioses. Hoy día esas viejas historias han quedado sepultadas bajo capas de olvido. Vivimos tiempos nuevos, de ídolos de dos dimensiones que transitan el espacio virtual y cuya obsolescencia parece tan programada como la de nuestros smartphones.
La influencia del mundo heleno sobre nuestra cultura es enorme. Somos herederos de vocablos y conceptos que utilizamos a diario. Los viejos dioses y los viejos héroes no han muerto; están ahí, a la espera de ser rescatados. Los mitos aún resultan vigentes, y lo seguirán estando porque reproducen los conflictos del ser humano. En ellos encontramos respuestas a las cuestiones que nos inquietan, respuestas que no vienen dadas de manera ampulosa sino sencilla, amena e incluso divertida. Aunque se les atribuye la condición de seres superiores, los dioses comparten nuestras debilidades, de modo que no es difícil sentirnos identificados con sus inquietudes, desventuras y quebrantos. Grecia y su cultura son pasado que nos ayuda a entender el presente y a sentar las bases de nuestro futuro.
Alicia García-Herrera agrupa en este libro una selección de mitos griegos en función de tópicos como amor, muerte, justicia y destino. Tarde o temprano aparecen en nuestras vidas para provocar un intenso sufrimiento o su contrario, alegría y felicidad. En los mitos encontraremos sin duda el mejor manual de ayuda para comprender la condición humana, tan similar a la divina.