En la época dorada de la industria del séptimo arte, cuando Hollywood estaba repleto de estrellas, Audrey Hepburn destacó por ser una figura única y cautivadora. Durante décadas fue una de las actrices más solicitadas y apareció en algunas de las mejores películas de todos los tiempos. Musa de los legendarios fotógrafos Richard Avedon y Cecil Beaton, solía figurar en las portadas de Vogue y de Harper's Bazaar, y además su nombre ha quedado asociado para siempre al mundo de la alta costura, en especial a la trayectoria de Hubert de Givenchy, icónico diseñador francés y amigo íntimo de la actriz. Megan Hess, destacada ilustradora de moda, rinde aquí un homenaje único a esta leyenda del cine y a su incomparable elegancia.