Una persona llega a un pequeño pueblo de Estados Unidos. Las gentes del lugar la encuentran durmiendo en un banco de la iglesia, donde se ha refugiado durante la noche. Es imposible discernir su raza, su edad o su sexo y, aunque entiende el idioma en el que le hablan, se niega a pronunciar palabra o a contar su historia. La comunidad local, unida por una fuerte fe religiosa, se muestra dispuesta a acogerla y le da el nombre de Altar, pero en los seis días siguientes, previos al misterioso Festival del Perdón, su presencia acaba exponiendo los miedos más profundos y las hipocresías de la congregación. Lacey ha creado una fábula hipnótica que nos plantea preguntas urgentes sobre nuestra identidad, nuestro cuerpo y nuestra capacidad de entendimiento: una novela perturbadora y esencial.