Rita y Cosme, pastores trashumantes ya retirados, se ven urgidos a retomar su actividad para auxiliar a una familia africana, víctima de una organización de trata de seres humanos. En compañía de Álex, su nieto, un adolescente urbanita que reniega de la naturaleza, inician una huida que suscita el intercambio de culturas, la evocación de arrumbadas tradiciones y de episodios trágicos de la historia de España. Juntos descubren y contemplan un país repleto de caminos sin movimiento, de tierras abandonadas y casas sin almas que se desvanecen entre rastrojos y recuerdos. Vivificado el entorno pastoril que añoraban, Cosme y Rita golpean sus cayados contra la tierra y recuperan del olvido las normas dictadas por la Mesta, por la Casa de Ganaderos de Zaragoza y por la Comunidad de Santa María de Albarracín. Unas normas e instituciones adormecidas por el paso de los siglos, pero que contemplan y dan respuesta a los problemas de la España actual, los que la desidia o la ignorancia impiden resolver.