Fukamachi vuelve a Nepal. La búsqueda de la cámara y de Joji Habu se le complica por una imprudencia que cometerá nada más llegar a Katmandú; una ingenuidad que despertará las ansias por el dinero que podría deparar la venta de la cámara si ésta fuera realmente de Mallory. La llegada de Ryoko a la capital nepalí enfangará aún más la situación, pero, como contrapartida, Habu aparecerá por su propio pie al encuentro de Fukamachi, quien, más adelante, conocerá el verdadero propósito de la estancia de Habu en Katmandú durante todos estos años.