Wylie es una escritora de novela negra que ha decidido ir a terminar su nuevo libro en una casa de campo lejos de todo, en Iowa. Se desata una brutal tormenta de nieve que la deja en poco tiempo sin electricidad, y casi no le queda leña para su fuego.
Muchos años antes, en una calurosa noche de verano, una niña corría para no ser alcanzada por unos disparos, y lograba salvarse escondida en los campos de maíz. Solo esperaba que su pequeña amiga también hubiera escapado. Esa misma noche dos personas eran asesinadas a sangre fría, muy cerca de allí.
Ahora, en medio de la tormenta, alguien llora suavemente a la puerta de Wylie y allí afuera descubre a un niño pequeño, solo, muerto de frío. Lo hace entrar, y sale a buscar con quién ha venido… Pronto queda claro que la casa de campo no está tan aislada como ella creía.