1875. Tras el final de la guerra de Secesión, los jóvenes Estados Unidos son ahora un territorio a conquistar para los poderosos conglomerados del ferrocarril, el carbón y el acero.
Pantera, un pistolero mexicano, santero y mercenario, entra al servicio de los Molly Maguires, una organización secreta que opera entre los mineros irlandeses de Pensilvania y administra su propia justicia subterránea. Al mismo tiempo, y fruto de una confusión, Pantera recibe un encargo de la Agencia de Detectives Pinkerton, brazo armado de los patrones, especializada en la represión del naciente movimiento obrero junto con la Policía del Carbón y el Acero.
Los condados mineros de Pensilvania, ennegrecidos por el hollín de las chimeneas y las locomotoras, están en constante ebullición y acogen una lucha despiadada en la que incluso los propios parias se discriminan según su lugar de origen y su género. Hay quien dice que hasta las ratas, que todo lo inundan, obedecen las órdenes de quien las controla. Por ello, tener de tu lado a un matón con fama de dominar tanto el revólver como poderes que no son de este mundo es una baza ganadora en la disputa por la dominación de Norteamérica.
Valerio Evangelisti firma un sensacional wéstern crepuscular, obra de referencia en la Nueva Épica Italiana.