Las historias autobiográficas más salvajes
son el distintivo de Aline Kominsky-Crumb (1948-2022),
la pionera del cómic underground
IN MEMORIAM «En la obra de Kominsky-Crumb están las cualidades de la pionera: su manera de revelarse completamente desnuda y preocupada por su yo muchísimos años antes que el resto del panorama cultural, unida al escrutinio caótico al que se somete le otorgan la máxima relevancia hoy día».
The New York Times «Confesional, directo y poco complaciente, su trabajo le valió el aplauso casi unánime de las nuevas generaciones de historietistas».
ABC Cercade 1970, la ciudad de San Francisco y sus alrededores se convirtieron en el epicentro del movimiento underground comix. En aquel ambiente, en el que se promulgaba una nueva manera de hacer historietas y los dibujantes hablaban sin tapujos de sexo, drogas o salud mental, las tiras del Callo, el personaje autobiográfico de Aline Kominsky, brillaban por su fascinante irreverencia. En este volumen están reunidas todas ellas.Por primera vez, el deseo, la relación con el propio cuerpo o las inseguridades del «ser mujer» se trataban de manera cruda y sin filtros. El Callo es descarado y chistoso, autodestructivo y exagerado. Pero también revela a una autora llena de vida, confiada en la honestidad de su arte y adelantada a su tiempo, capaz de mezclar la naturaleza contradictoria de la sexualidad con un feminismo complejo y orgulloso. Sin pedir permiso a nadie, abrió la puerta a otra manera de hacer cómic.«Un auténtico pelotazo vital contra la moral pacata o a las religiones castrantes, también un manifiesto de independencia y reivindicación del deseo. Un viaje cargado de sexo, drogas, música y experiencias autobiográficas sin pudor ni formalismos sociales».
Jacobo Rivero, El País«Puro shock».
Manuel Muñiz, ABC Cultural «Irrepetible».
Amaia Ereñaga, GARA «Sigue subiendo:en sordidez, en desvergüenza y, sobre todo, en humor. [...] Complejo, divertido y salvaje».
José Martínez Ros, MondoSonoro «Repleta de vitalidad y descaro, con un dibujo feísta y barroco, de trazo áspero pero decididamente expresionista».
Yexus, El Diario Montañés «Un tebeo que huye del estereotipo de lo esperable o aceptable. [...] Con ese material Komisky-Crumb realizó verdadera alquimia: relatos plagados de verdad literaria, de los que dejan poso y huella».
Antonio Santaliestra, Cuántica Gráfica «Kominsky-Crumb era una firme creyente en la necesidad de lavar los trapos sucios en público».
Begoña Gómez Urzaiz, La Vanguardia«[Sin ella] no existirían grandes autoras actuales como Liv Strömquist o Emil Ferris».
Jesús Jiménez, RTVE «Un trabajo directo, honesto, divertido, fresco y actual».
Diego García Rouco, Zona Negativa «[Una obra] vivamente sexual —centrada en sus inseguridades— y explícita. O simplemente obscena».
Los Angeles Times«Antes que la provocadora y emocionante Fleabag, la controvertida Girls [...], o cualquiera de esas series que nos encantan y han acabado por asociarse con las partes más espantosas, emocionales, neuróticas y asquerosas de ser mujer, yo diría que Kominsky-Crumb inventó el marco».
The Gutter Review «Kominsky-Crumb se arremanga ante lo que se espera de las mujeres, esas expectativas insanas y siempre cambiantes que les impone la sociedad».
Village Voice