El trabajo de Edward Said ha contribuido de manera sustancial a los debates contemporáneos sobre orientalismo,
análisis del discurso, políticas disidentes y poscolonialismo. Nacido en Palestina, Said pasó gran parte de su vida
en el exilio, por lo que conoce en profundidad la influencia que las ideologías dominantes ejercen en el
imperialismo cultural.
Para Said los Estudios Orientales se convirtieron en una disciplina reconocida cuando la expansión colonial
alcanzó su apogeo en el siglo XIX. De este modo se creó un cuerpo de saber que los imperialistas pudieron
explotar como recurso para reforzar su poder.
Edward Said y la historiografía explora los escritos polémicos de Said y su propósito de desestabilizar las
reconstrucciones unilaterales de los hechos históricos. El libro muestra cómo su apreciación de la urgente
necesidad de escribir historias “subalternas” y de analizar críticamente la historiografía influenciada por el
colonialismo se ha convertido en un apoyo intelectual sustancial de la lucha por la descolonización en todo el
mundo. Shelley Walia estudia también la influencia de teóricos culturales concretos en el pensamiento de Said,
particularmente el impacto de Foucault y Gramsci en la manera en que Said elabora los conceptos de poder, conocimiento y hegemonía.