Noam Chomsky, aclamado por algunos como el «Einstein de la lingüística moderna», también es bien conocido como un disidente político no conformista y un agudo crítico de la sociedad contemporánea. Este libro examina las opiniones libertarias de Chomsky sobre la hegemonía de la economía globalizada y el nuevo orden mundial.
Su postura es inusual. Aunque muchos celebran hoy en día el libre comercio mundial como un camino hacia la prosperidad universal y como solución a los problemas económicos del Tercer Mundo, su aparición ha llevado de hecho a una reducción del ritmo de crecimiento.
Chomsky demuestra que el «libre» comercio no es libre en absoluto, ya que los poderosos pasan por alto las normas y subvencionan sus grandes compañías, de modo que sólo los países endeudados del Tercer Mundo se ven obligados a obedecer las reglas de juego.
Muchos acaban tan endeudados que no pueden evitar que se cierren sus escuelas y hospitales, mientras sus economías se reestructuran para adaptarse a las inversiones occidentales.
De este modo, en la desequilibrada balanza de los negocios mundiales, las élites euro americanas favorecidas se enriquecen inevitablemente, mientras que el resto del mundo podría volver a las condiciones de los «oscuros molinos satánicos» de Blake.