Querido papá, te quiero pero me cuesta decírtelo. Algunas personas tienen el privilegio de gozar de excelentes vínculos paterno-filiales, pero la mayoría mantiene una relación complicada, especialmente los hombres con sus padres. Con el fin de analizar estas relaciones, los sentimientos contradictorios, las desilusiones, las alegrías o las heridas emocionales, Esther Secanilla ha invitado a diferentes voces masculinas a confesar sus pensamientos utilizando el género epistolar como recurso narrativo.
Este volumen reúne cartas de hombres adultos que escriben a sus padres sobre lo que admiran de ellos, lo que les han dado, lo que anhelaron, lo que no tuvieron o desearon. Unos padres les han transmitido la fuerza, otros los han hecho más débiles; unos han estado muy presentes, otros completamente ausentes. Cada relación es única, sin embargo, es imposible no identificarnos con algunas de las historias aquí narradas.
Una obra íntima que nos pone frente a un tema tácito pero que ha hecho sufrir a muchos hombres en diferentes momentos de sus vidas, a veces sin ser conscientes de ello. Son hombres que se buscan a sí mismos y que han decidido emprender un viaje espinoso a través de la figura del padre, para mirar al fondo de sus almas y comprenderlas.