«Es la infancia misma lo que Joel Agee devuelve al lector.» Siri Hustvedt
«El mundo de piedra es más que un gran logro literario: es también un logro humano notable.» Paul Auster
En una casa con un gran jardín en un pueblo mexicano sin nombre a finales de los años cuarenta, Peter, de seis años y medio, lee, sueña y juega con sus amigos. Es un explorador, artista, filósofo, místico y científico. Su mundo aún es nuevo, todavía no está contaminado por el conocimiento recibido.
Y el mundo real que lo rodea es único en aquella época: una comunidad de exiliados que han encontrado refugio en México de los regímenes fascistas de Europa, codeándose con sindicalistas mexicanos o artistas como Frida Kahlo. Pero los emigrados añoran su hogar, incluido el padrastro de Peter, que quiere regresar a su Alemania natal. Sin embargo, volver puede no ser seguro, lo que da lugar a angustiosas discusiones entre los padres de Peter y su pequeño grupo de amigos.
Y poco a poco, Peter comienza a comprender que su mundo puede acabar patas arriba, que podría verse obligado a despedirse de todos los que conoce y ama: su mejor amigo, Arón; el amigo de su padre, Sándor, que habla de revolución y hace trucos de magia; y Zita, la criada de la familia, que le ha enseñado los consoladores misterios de la oración.