Pélissier, ganador del Tour de 1923, protestaba contra la dureza del reglamento: "Pronto nos colocarán plomo en los bolsillos". El pequeño Robic, ganador del 47, se cargaba de plomo para bajar más rápido. El sufrimiento que impone el Tour es de plomo, pero también lo es el empeño de los ciclistas.