«Por encima de los carpes del jardín, veía las copas de los árboles asomando al otro lado del muro de cinta, en los bosques, y soñaba con pasear por allí. Sabía que en primavera el sotobosque estaba tapizado de anémonas y de jacintos silvestres, los entreveía desde la ventanilla del coche familiar cuando salía de la mansión con sus padres, y dos o tres veces también divisó el mar a lo lejos. Allí estaba el mundo real, ese espacio sin límites donde se podía caminar libremente por los senderos y perderse en los bosques, hacia lo desconocido, como en los libros de aventuras que leía por la noche en la cama.» En su nuevo libro, Marco Martella vuelve a invitarnos a asomarnos a espacios frágiles y acogedores, impregnados de la poesía de las flores. Narcisos, campanulas, zagare –azahar–, rosas mosquetas, pensamientos y plumbago, las flores aquí evocadas, exhalan todas el suave perfume de un recuerdo nostálgico de la infancia, de un encuentro ya lejano o de un deslumbramiento acontecido hace tiempo pero vivo todavía en la memoria. El «mundo real», el espacio sin límites al que se refiere el autor no es otro que esa región misteriosa entre lo vivido y lo imaginado, entre lo etéreo y lo tangible que Martella sitúa en el espacio del jardín, sea un vergel de cítricos a las afueras de Palermo, un parque en estado de medio abandono en la costa de Jutlandia, un jardín asilvestrado en la campiña francesa o el universo privado poblado de flores –físicas y verbales– en el que se recluyó la poeta Emily Dickinson.
Marco Martella (Roma, 1962) es jardinero y escritor. Es miembro del Instituto Europeo de Jardines y Paisajes y desde 2010 dirige la revista Jardins, una publicación anual que explora el jardín desde un punto de vista filosófico, poético y existencial, editada por Éditions les pommes sauvages (https://lespommessauvages.fr). Bajo los heterónimos de Jorn de Précy y Teodor Ceric, ha publicado El jardín perdido (Elba, 2018) y Jardines en tiempos de guerra (Elba, 2018), respectivamente, y con su nombre real, Un pequeño mundo, un mundo perfecto (Elba, 2020).