La pregunta lapidaria "¿De la cultura no se vive?" fue atribuida hace unos años a un conocido ministro italiano. Sin embargo, en los países de la Unión Europea, que desde hace siglos han hecho todo lo posible para que el arte, la historia y el patrimonio se conviertan en un rasgo de su identidad, la cultura puede y debe ser no sólo una palanca de crecimiento civil y democrático, sino un factor estratégico para el desarrollo económico sostenible, una clave posible, tras la pandemia y sus consecuencias sanitarias y sociales, para empezar a escribir el siguiente capítulo, con una mirada amplia e inspirada. Como el propio autor señala: "Invertir en la cultura no es sólo un deber constitucional, sino una gran oportunidad económica". Este libro es a la vez un manifiesto de ideas y un diario de viaje del exministro italiano Dario Franceschini, uno de los líderes políticos más carismáticos de Europa. Un viaje que nos pone ante los desafíos de la industria cultural en Europa para ratificar su necesidad como otorgadora de calidad de vida, garantía del Estado del Bienestar y motor económico, proporcionando un balance de las dificultades encontradas, las preguntas abiertas y las ideas para el futuro.