Esta revolucionaria y feminista fue la primera mujer embajadora de la historia.
Esta es la historia de una mujer excepcional, Alexandra Kolontái. Nacida en San Petersburgo en 1872, en el seno de una familia aristocrática, empezó a interesarse por la política desde una edad temprana y decidió unirse al movimiento revolucionario ruso de 1905 después de haber presenciado ese mismo año la matanza de los obreros frente al Palacio de Invierno. Posteriormente ingresó en las filas de los bolcheviques y, tras el triunfo de la revolución, formó parte del primer gobierno de Lenin. Llegó a ser ministra -comisaria del pueblo- en una época en la que las mujeres en Europa rara vez llegaban a tener ese cargo. Cinco años más tarde, se convirtió en la primera mujer embajadora de la historia.
Kolontái fue una pionera en muchos ámbitos: llevó su vida, especialmente el amor, como le pareció conveniente, defendió el derecho al voto de las mujeres, el derecho al divorcio, la igualdad salarial entre hombres y mujeres, luchó contra el analfabetismo y a favor de la integración de las mujeres en la vida pública. Y, como hablaba varios idiomas y era una oradora extraordinaria, también agitó audiencias por toda Europa, Estados Unidos y México. No es de extrañar que la prensa la apodara «la valkiria de la revolución».