Cuarto volumen de la serie
Por fin ha llegado la Navidad, tiempo de cantar villancicos y degustar manjares. Pero Tuffy, para variar, está encerrado en el garaje, castigado. ¿Qué habrá pasado esta vez? Él jura y perjura que no ha sido culpa suya: todo empezó cuando los gemelos Lancelot y Lucila llegaron de visita, dispuestos a revolucionarlo todo...¡Estas prometen ser unas Navidades dulces, blancas y moviditas!