La narrativa completa de Dorothy Parker, una mujer que supo vivir y escribir a la altura de su talento. Dorothy Parker escribió una vez que lo suyo era tomarse un martini, dos como mucho. Después del tercero, ya estaba debajo de la mesa, y al cuarto..., debajo de su anfitrión. Con esas premisas, y haciendo gala de un humor que arañaba los buenos hábitos de la burguesía de entonces, cabe entender que la misma Dorothy se convirtiese en personaje, y que su obra se leyera a menudo como la alegre guarnición de una vida dedicada al chiste ingenioso.Los años fueron pasando, y el tiempo ha revelado que esta protagonista indiscutible de las tertulias más animadas del Nueva York de entreguerras, esposa infiel y amante solícita, fue además una escritora de primer orden, capaz de resumir en pocas páginas la hipocresía de una sociedad que crecía a la sombra de un dinero recién estrenado y de unas costumbres que se caían de viejas. Así lo muestran las mujeres y los hombres que deambulan por sus cuentos, seres patéticos que lloran en habitaciones exquisitamente decoradas, flirtean con un empeño digno de mejores causas, o ríen sin ganas en la barra de un bar para olvidar que alguna vez fueron felices. Hoy, la prosa de Dorothy Parker es más actual que nunca, su amor por Nueva York cala hondo y su ironía es el mejor de los regalos en una época de tanta perplejidad.La crítica ha dicho:
«Un acontecimiento literario. [...] Dorothy Parker percibió como ninguna otra escritora antes el poder letal del engaño, de la mentira, de las palabras que no dicen lo que dicen, y lo contó, con humor y sarcasmo en su juventud, con dolor y compasión en su madurez.»
Ana Becciu, Babelia «El alcohol está tan presente en los relatos que una tiene la impresión de acabar intoxicada tras la lectura de algunos de ellos. [...] Su prodigioso oído para la lengua sigue siendo eficaz para el lector de hoy: [...] ella define un Nueva York ya extinguido que de vez en cuando revive fantasmal en la barra de algunos bares.»
Elvira Lindo, El País «La escritora neoyorquina por antonomasia, la primera mujer en contar, con ironía y refinamiento, la vida de esa ciudad que se iba convirtiendo en la capital del mundo, [...] cuyo ingenio, sarcasmo y humor cáustico no perdonaban nada ni a nadie.»
Lourdes Ventura, El Cultural «[…] Tenía una pulsión tanática que jamás escondió en su obra. Muchos de sus relatos albergan pistas de esa desesperanza íntima y ese anhelo de muerte: [...] Parker no solo está radiografiando a una sociedad sin rumbo, sino a su infierno personal, también en entreguerras.»
Bárbara Ayuso, Jot Down«Tanto en sus escritos como en persona, la señorita Parker brillaba con una palabra o una frase. [...] Su ingenio era agudo como un estoque.»
Alden Whitman, The New York Times «La posterioridad ha obrado en favor de una autora que, al menos en lo que a la sensibilidad femenina se refiere, fue una auténtica visionaria.»
El Mundo «Los cuentos de Dorothy Parker no caducan nunca.»
Lluís Moral, Cataluña Radio