La escalera de Bramante profundiza con gran potencia estilística
en el papel del arte en nuestro tiempo. Lo hace tendiendo redes
entre varios mundos y personajes. A Landor le quedan pocos
años de vida para concluir Waldig, su gran ciclo de pinturas,
y Heterocromía de Dora Lerner, su cuadro interrumpido por
décadas, con los que evoca su infancia destruida en la Segunda
Guerra Mundial. Álvaro continúa en su deriva de joven artista
errante, obsesionado por el color rojo, mientras trata de recomponer
la memoria de su amigo Raúl, destruido por el alcohol y
un desarraigo insuperable. Laura escapa de su entorno familiar
para iniciar una vida de pesadilla entre Colombia y Ecuador, en
la que todos terminarán implicados bajo la vigilancia del enigmático
Taltibio y sus espías, las troyanas.
Con esta ambiciosa obra, Leonardo Valencia expande su trayectoria
literaria, dedicada a explorar la condición humana en un
mundo marcado por el desarraigo, el exilio y las grandes migraciones
contemporáneas. Su escritura, desbordante de voces
e historias, de cruce de lenguajes y formas narrativas, rompe su
propio techo y pone sobre la mesa las preguntas en torno a nuestra
época.
Conocedor como pocos de las posibilidades de la novela, Leonardo
Valencianha escrito una ficción voraz y cosmopolita que explora
todas las experiencias radicales de la condición humana, desde
la amistad entre dos amigos hasta la búsqueda del absoluto, esa
obsesión que conduce al artista a la obra maestra y al revolucionario
a la simulación y la lucha.