En 1860 la Arundel Society de Londres publicó, bajo el título The Frescoes of Giotto, la serie de grabados realizados a partir de las obras que el artista florentino pintara en la capilla de la Arena de Padua sobre el año 1305. El libro, que ofrecemos hoy por primera vez en español, incluía una larga reflexión en forma de introducción sobre la relación del arte de Giotto con otras creaciones anteriores y posteriores, además de comentarios a cada una de las láminas, realizados por John Ruskin, socio fundador de la Sociedad y uno de los intelectuales más prestigiosos e influyentes de finales del siglo XIX y principios del XX. Como historiador y crítico de arte, fueron seguramente sus viajes a Italia y el conocimiento de los viejos maestros (Giotto, Cimabue, Fra Angelico, Tintoretto), junto a la lectura profunda de Dante, los referentes estéticos que marcaron los años en los que escribió estas fascinantes glosas a los frescos inmortales de Padua, que, más allá del mero relato histórico, consiguen poner de manifiesto la extraordinaria osadía de las composiciones, fijándose en detalles aparentemente menores que sin embargo abren nuestra percepción a cuestiones ocultas, mucho más significativas que el mero relato secuencial. Porque (como precisa con lucidez Andreu Jaume en el prólogo que abre esta edición) se trata de «preguntarse qué es lo que nos ha traído hasta aquí y por qué, qué es lo que separa al hombre representado por Giotto del hombre representado en el arte de nuestro tiempo, cómo funciona la imaginación en uno y otro extremo e intentar entender cuál es nuestro signo. Es ahí donde Ruskin vuelve a ser nuestro contemporáneo».