1932. Victoria Georgiana Charlotte Eugenie de Glen Garry y Rannoch —Georgie para los amigos— es la trigésimo cuarta en la línea de sucesión al trono de Inglaterra, una verdadera dama educada en selectos internados suizos, de familia noble y… en la ruina.
A sus veintiún años, huyendo de un posible arreglo con un príncipe casadero, decide abandonar el castillo familiar en Escocia y trasladarse a Londres para forjar su destino. Pero no va a ser tan fácil. Como le dice siempre su cuñada: «un miembro de la familia real, por secundario que sea, tiene el deber de no decepcionar a los suyos». Georgie no dudará en honrar su linaje, aunque eso implique ocultar su identidad para procurarse el sustento, espiar al príncipe de Gales por orden de la reina o aclarar cómo ha acabado un muerto en su bañera.