En la lucha contra el significado convencional, aquí lo que triunfa es lo inesperado, o mejor, lo inaudito. Eso, lo inaudito. A su cualidad de no oído, no usado, se debe que el eco de los versos tarde tanto en disiparse: no es el eco del sonido, sino el eco del sentido, trasmutado en escritura, en estela que poco a poco se diluye hasta que casi no se ve. Esperanza Ortega