Las tierras de la bota de Italia sirvieron de puente entre Oriente y Occidente, y acogieron tanto a griegos como romanos, bizantinos, normandos, angevinos, borbones... que dejaron tesoros arquitectónicos con formas de castillos, iglesias, catedrales, capillas en la roca..... Estas tres regiones del sur de Italia forman un trío encantador entre el mar o la montaña, la gastronomía y el sentido de la hospitalidad. Aquí, la naturaleza y el litoral realzan el paisaje y enriquecen la mesa. El mar, fuente inagotable de alimento, se acerca a lamer delicadamente las ruinas romanas y los típicos pueblecitos de pescadores.
En esta tierras viven hombres apegados a su tierra que, a pesar de las diferencias entre regiones, llevan dentro de sí la marca de esta identidad sureña. En este pedacito de Italia sobresale Matera (Basilicata), Capital de la Cultura 2019, que ofrece una excelente oportunidad para conocer el corazón mediterráneo, su cálida población y sus paisajes bañados por una luz deslumbrante.