El amor es, sobre todo, una pregunta, un hueco. Un vacío que el amado deja en el amante. En este ensayo NMK, Begoña Méndez toca con las yemas de los dedos ciento veinticuatro de esos huecos. De la mano de Anne Carson y Simone Weil, deja que hablen las palabras y los cuerpos, las grietas y los deseos; las presencias, las ausencias, las huellas de los recuerdos y de los olvidos. Guiada por los designios de Dante, atraviesa versos, imágenes y desiertos. Porque ¿no es el amor también un cuento? «Durante la redacción del manuscrito me pregunté mil veces: ¿no está cansado el amor de resonar en los versos desde que existen los versos?; la respuesta siempre es no: el sentimiento amoroso es un misterio que no se deja atrapar, una flecha, un proyectil, una condición del cuerpo que escapa de todo intento de fijarla en descripciones precisas y concluyentes.»