Alba y Nacho se conocen desde que eran niños. La conexión entre ellos es muy especial y aumenta con el paso de los años, hasta que ella se casa y, obligada por su marido, se distancia de él. Nacho se marcha a Londres. Allí encontrará el amor de su vida, a quien luego perderá a causa de una desconocida enfermedad. Alba, que no sabe lo mal que lo está pasando su amigo, acude a él tras su fracaso matrimonial. Su reencuentro crea una unión irrompible, pero al cabo de poco tiempo ella descubre que Nacho también está enfermo.
En su afán por ayudarlo a luchar contra lo que parece inevitable, Alba conocerá a Víctor. Y lo que en un principio no son más que encuentros fortuitos se acaba convirtiendo en un amor incondicional que le permitirá superar sus miedos e inseguridades.