Tan cerca y tan lejos, nuestros vecinos del norte nos son en gran medida unos desconocidos. Pese a la legendaria fama de arrogantes, egoístas y antipáticos que arrastran -no porque sí-, secretamente les envidiamos y admiramos. Enamorados de la idea que tienen de sí mismos y de su papel en la Historia, son sin embargo unos eternos insatisfechos y unos críticos indomables. Cultivados y leídos, rebeldes sin dejar de ser cartesianos, amantes del arte y de la buena mesa, han desarrollado un refinado gusto por la cultura y los placeres de la vida, el llamado art de vivre a la francesa, que nos provoca también una irresistible fascinación.
En los últimos años, los cambios demográficos y las crisis económicas están poniendo a prueba la cohesión de la sociedad francesa, tensionada hasta límites insospechados y convertida en una de las que más ha visto progresar a la ultraderecha y sus causas.
Lluís Uría, corresponsal en París durante casi una década para el diario "La Vanguardia", donde luego ha continuado al frente de la información internacional, nos acerca a los franceses con una serie de reportajes, historias y semblanzas que contribuyen a iluminar el ser profundo del país vecino. Es la mejor lectura para empezar a entender a unos vecinos tan cercanos como desconocidos.