El De regno, conocido también con el título De regimine principum, es uno de los tratados menores del autor, cuyo texto genuino aún no ha sido editado críticamente. Tomás de Aquino, que lo dejó inconcluso, debió de escribirlo entre 1265 y 1267. Un hermano suyo, Aimón de Aquino, que en 1231 participó en la expedición a Tierra Santa -organizada por Federico II y dirigida por Ricardo Filangieri-, estuvo a las órdenes de Hugo I de Lusignan, rey de Chipre. Tal vez esto explique el hecho de que el tratado vaya dedicado al rey de la irla, como dicen los manuscritos.
Tomás de Aquino, teólogo y no político, escribe un tratado moralizante, que no pragmático. Se trata de una obra pedagógico-moral que no pretende sino formar criterios éticos en la persona regia. Apoyándose para ello en textos bíblicos, doctrina de la Iglesia y enseñanza de los filósofos -especialmente Aristóteles, que le sirve de metodología-, Tomás de Aquino nos ofrece aquí uno de los textos clave para la comprensión de la teocracia medieval.