Es muy conocida por el público en general la faceta como excelente divulgador del arte y la cultura medievales de Peridis, desarrollada en todos los medios desde hace más de cuarenta años. Todo el que le ha visto o escuchado en radio y televisión, y ya no digamos en las distancias cortas, sabe que es un espléndido orador, lleno tanto de sabiduría como de sentido del humor, con una bonhomía muy característica que le ha hecho muy querido para sus innumerables seguidores. Lebaniego de pro (nació en Cabezón de Liébana), Peridis realiza en esta su quinta novela con Espasa una original síntesis de todos estos saberes y virtudes, además de un homenaje a su tierra natal y al más ilustre de sus paisanos, el monje Beato, autor en el siglo VIII de unos comentarios al Apocalipsis de fama imperecedera. En la novela se entrelaza la historia y vicisitudes de Beato en aquellos remotos y oscuros albores de la Edad Medida, cuando toda la Península estaba por reconquistar, con la peripecia, en nuestros días, de Eulalia, una sexagenaria, viuda reciente y de posibles, que para rellenar el vacío de sus días se apunta a un seminario sobre los beatos en la Universidad de Valladolid. Allí conocerá a la simpática Tiqui, una joven alternativa que será su maestra en los códigos del mundo contemporáneo (tan abtrusos para ella como los códices medievales) y al excéntrico Don Crisógono, un profesor que reta a sus alumnos a que hagan un descubrimiento sensacional.