Ser inteligente puede ser un problema y muy a menudo lo es. Un problema para los propios niños, para los padres y para los educadores en general, que no tienen ni la preparación ni el tiempo suficiente para darles a estos niños la atención que necesitan. También es un problema para la sanidad pública, cuando a los superdotados se les diagnostican diferentes trastornos sin llegar a vislumbrar lo que hay detrás de los diversos síntomas que manifiestan. Con demasiada frecuencia, los problemas emocionales, sociales y educativos de los superdotados generan abandono escolar, fracaso profesional, problemas familiares graves y enfermedades psicosomáticas.
En este libro, Carmen Sanz Chacón analiza en detalle cómo son las personas más inteligentes, qué problemas tienen en su relación con los demás e incluso cómo este exceso de inteligencia afecta de forma diferente a hombres y mujeres, con el objetivo de que puedan ser comprendidos por familiares, profesores y profesionales de la salud. Además, la autora propone medidas de apoyo para cubrir sus necesidades especiales, así como consejos prácticos para los propios superdotados, para que puedan ser felices aún siendo especiales, para que la inteligencia no sea una maldición.